LIFETIME estrena «Alex Cooper: Atrapada en el Clóset»
La producción original inspirada en hechos reales, nominada a los 31° Glaad Media Award
Alex Cooper | Bajo el título Lifetime’s Ripped From the Headlines, que extrae casos reales de los titulares de los periódicos, llega este filme que se basa en las memorias ‘Saving Alex: When I Was Fifteen I Told My Mormon Parents I was Gay, and That’s When My Nightmare Began’.
- La película está dirigida por Jeffrey G. Hunt, con el guion de Michelle Paradise, y las actuaciones de Addison Holley, como Alex Cooper, Kate Drummond es la Sra. Cooper, y Steve Cumyn interpreta al Sr. Cooper.
LIFETIME estrena orgullosamente su producción original “Alex Cooper: Atrapada en el clóset” que está basada en las memorias Saving Alex: When I Was Fifteen I Told My Mormon Parents I was Gay, and That’s When My Nightmare Began, escritas por la propia Alex Cooper y Joanna Brooks. La película relata la pesadilla que vivió el adolescente mormón estadounidense después de asumir su sexualidad.
Después de que Alex (Addison Holley) descubre que es gay, a los 15 años, sus padres (Kate Drummond y Steve Cumyn) la envían a un riguroso y abusivo campamento de conversión en Utah. Atrapada durante ocho meses con extraños, Alex se enfrenta a castigos horribles y golpizas para “curar” su homosexualidad.
Al darse cuenta de que tendría que someterse a las reglas existentes para sobrevivir, la joven logró que le autorizara ir a la escuela, donde se hace amiga de Jason (Stephen Joffe), quien es presidente de la alianza gay – hetero. Su amigo la pone en contacto con un abogado, que ayuda a Alex a orquestar su escape y transformarse en la activista lesbiana contra la terapia de transformación que es hoy.
La película de LIFETIME MOVIES fue nominada para la 31ª edición de los GLAAD Media Award, que otorga la distinción a producciones con un enfoque inclusivo de la comunidad LGTTTB en la categoría de mejor película de televisión, que llena de orgullo al canal de la mujer del siglo XXI y lo muestra como una señal incluyente y socialmente responsable con su contenido en la pantalla.
“A los 15 años me enamoré y salí del clóset con mis padres y lo siguiente que supe es que fui enviada a una terapia de conversión. Crecí en el sur de California, con una familia muy religiosa, pero con una niñez inmensamente feliz. Cuando mis padres me llevaron a la terapia de conversión, me recogieron en la casa de una amiga, con todas mis cosas empacadas y me llevaron a Utah”, aseguró Alex Cooper.
A partir de ese momento vivió un horror con una persona que recibió la custodia de parte de sus padres: “Realizaban terapia de conversión en su casa, pero ninguno tenía un título o habían terminado la preparatoria, pero les dijeron a mis padres que tenían lo necesario para convertirme en heterosexual. Me mantuvieron alejada de la escuela y aprendí a cómo cuidar una casa y de sus hijos”.
Una de las experiencias más traumáticas para Alex involucró una mochila: “La llenaron de piedras y me dijeron que supuestamente me ayudaría a entender de forma física lo que significa ser gay, la empecé a usar durante un tiempo al día, pero cuando no acepté lo que decían, llegué a cargarla durante 18 horas diarias.
“Fue el periodo más oscuro de mi vida, tuve pensamientos de suicidio e incluso intenté hacerlo. Han pasado muchos años desde que estuve en tapia de conversión, pero se siente como algo que llevo cargando, algo en lo que pienso cuando voy a hacer las compras o cuando cargo una mochila. Ahora me doy cuenta que no soy sólo yo, hay miles que han pasado por esto”, contó Cooper a LIFETIME.
Con esas otras personas en mente que vivieron esa experiencia horrible, de acuerdo con los expertos una de cada tres personas homosexuales, Alex agradeció habrá salido adelante: “Poder salir con chicas abiertamente y hacer cosas normales fue increíble. Sin todo lo que pasó, no lo hubiera sabido”. Cooper se mudó de St. George, Utah, a Portland dónde vivió con su novia y su mejor amiga, dónde es activista.
¿Qué es la terapia de conversión?
La terapia de reorientación sexual consiste en una serie de métodos pseudocientíficos enfocados al cambio de la orientación sexual de personas homosexuales y bisexuales para convertirlos en heterosexuales o eliminar o disminuir sus deseos y comportamientos homosexuales. Incluye modificación del comportamiento, terapia de aversión, psicoanálisis, oración y consejo religioso.
Esta práctica está estrechamente relacionada con el movimiento exgay, que es más explícitamente religioso. Los grupos de exhomosexuales tienden a concentrarse en evitar actividades homosexuales y secundariamente en cambiar la tendencia subyacente.
La Asociación Estadounidense de Psicología condena estas terapias que intentan cambiar la orientación sexual de los pacientes, indicando que hay grandes probabilidades de que los pacientes sufran depresión y tendencias suicidas.
Declaró que los psicólogos y demás terapeutas no deben decirles a sus clientes homosexuales que pueden convertirse en heterosexuales a través de terapia u otros tratamientos ya que no existe evidencia sólida de que esto sea posible. Estas declaraciones fueron realizadas luego de una investigación que duró dos años y en las que participaron sus 150 mil miembros.