Reseña de la película Dumbo
Dumbo, el clásico de la animación de Disney de 1941, basado en el libro para niños escrito por Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl ahora tiene un live-action creado para que las nuevas generaciones descubran esta historia.
Tim Burton (Frankenweenie, Alicia en el País de las Maravillas) dirige esta película cuyo guión está a cargo de Ehren Kruger (Ghost in the Shell: El alma de la máquina).
El reparto protagonista del filme está formado, entre otros, por Eva Green (El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares), Colin Farrell (El sacrificio de un ciervo sagrado), Danny DeVito (Colgados en Filadelfia), Michael Keaton (Spider-Man: Homecoming), Alan Arkin (Un golpe con estilo), DeObia Oparei (Independence Day: Contraataque), Joseph Gatt (Juego de tronos) y Sandy Martin (Tres anuncios en las afueras), además de los debutantes Finley Hobbins y Nico Parker.
La pelicula se estrena este 29 de marzo de 2019 en las salas de cine mexicanos.
Sinopsis de la película
Dumbo es un pequeño elefante nacido en el circo de Max Medici (Danny DeVito). Sus enormes orejas le convierten rápidamente en el hazmerreír de todos, excepto de dos jóvenes niños, Joe (Finley Hobbins) y Milly (Nico Parker), los hijos de Holt Farrier (Colin Farrell), una ex estrella de circo que acaba de regresar de la guerra y que debe hacer frente a los cambios de su vida mientras se ocupa de este pequeño animal. Pero la vida de este tierno paquidermo cambiará cuando descubra que precisamente gracias a sus grandes orejas puede volar. En ese momento, el emprendedor V.A Vandevere (Michael Keaton) y la acróbata aérea Colette Marchant (Eva Green) intentarán convertirlo en toda una estrella.
Opinión de la película
En términos estrictamente artísticos, es muy ingrato el foso en el que se está metiendo Disney con las versiones live action de sus clásicos. Dentro del apartado económico está claro que las cuentas le van saliendo, porque desde que la Casa del Ratón inauguró este festival revisionista en 1993, con De vuelta a casa, un viaje increíble (discreto remake de un largometraje de los sesenta que jamás intentó medirse con otros films más celebrados del estudio), la cosa, lejos de estancarse, ha ido sumando riesgo y voracidad. Hasta el punto de no limitarse a actualizar antiguos hits, sino también a adaptar su lenguaje y a ampararse en una enigmática filosofía que defiende que, cuanto más apegada a la realidad se revele la imagen, ésta será automáticamente mejor. De ahí la necesidad de pasar cada éxito animado por la maquinaria CGI de turno, y conseguir un acabado más y más fotorrealista que, paradójicamente, cada vez se vaya sintiendo menos humano. Menos de lo que nunca fue una sencilla silueta de tinta.
La versión anterior de esta historia fue producida por Walt Disney Productions en 1941 como forma de paliar el descalabro económico que había sido su tercer y ambicioso film, Fantasia. Dumbo se convirtió en un clásico intergeneracional, y buena parte de sus escenas pasaron a engrosar la cultura pop.
Tim Burton era el nombre perfecto, por que su cine siempre ha estado poblado por seres extraños y extravagentes, por seres de corazón de oro repudiados por la agreste sociedad, ¿y qué hay más extravagante que un elefante de orejas gigantescas que es capaz de volar al aspirar una pluma con la trompa? Decisiones como ésta nos permiten empezar a vislumbrar el porqué de esa ingratitud que mencionábamos antes: por mucha creatividad que traiga Burton de su mano, ¿qué puede aportar él a una historia tan delimitada, tan pendiente de ajustarse a unas rígidas expectativas tanto por parte del espectador nostálgico como de los números de taquilla? Si acaso, puede traerse a algunos de sus actores fetiche y favorecer reencuentros imposibles, como enfrentar a Batman (Michael Keaton) y al Pingüino (Danny DeVito) de Batman vuelve con los roles cambiados… pero poco más. Y aunque es cierto que Dumbo supone, junto con Maléfica, un intento por separarse de la fuente original para enriquecer el discurso y actualizarlo a las nuevas generaciones, el envoltorio termina siendo asfixiante, y por mas que aspecto sea llamativo no logra ser completamente bienvenido.
Desde hace años, Tim Burton se ha dedicado a tratar de explotar su propio sello. Y, en ese triste camino familiar, se convirtió en una parodia de sí mismo. Grandes protagonistas de antaño, como Johnny Depp y Helena Bonham Carter, se convirtieron en caprichos cada vez más incómodos. Y los grandes hitos del vestuario y del arte en sus películas, se volvieron adornos superfluos para contenidos cada vez más mediocres. Sonó la medianoche y, como cuento de hadas, toda la inventividad de Burton se esfumó con las campanas del milenio… el carruaje,tan bello antaño, se convirtió en calabaza.
Ciertamente, es útil que todo el reparto ofrezca algún tipo de actuación extravagante en una película diferente: DeVito interpreta a un ladrón de carnaval; Farrell interpreta a un héroe romántico en un western; Green está jugando a una bruja francesa de algún tipo; Arkin está prácticamente en una película floja; y Keaton está en un frenesí de esparcimiento al final, más Joker que el magnate del entretenimiento. Sólo hay suficiente actividad visual (bailarines sincronizados, espectáculos ardientes, montajes de trenes innecesarios pero bonitos) para mantener las cosas interesantes.
Y mientras que la historia es predecible y está cargada de subparcelas (una especie de cruce entre «El Gran Showman» y «El cascanuecues y los cuatro reinos» , y tal vez una pizca de «El regreso de Mary Poppins»), al final está justificada su permanencia. Las familias disfrutarán de la película juntos, y los niños querrán un pequeño y elegante Dumbo (inspirado en los lujosos Dumbos que se ven en la película que se extrae de una mesa fuera del circo, en el verdadero estilo de los parques de Disney) para volar alrededor de la sala de estar.
Pero dejando de lado todo eso, es la naturaleza personal de la película, al parecer la explicación consciente de Burton de su propio trabajo reciente y una crítica de la compañía que está haciendo esta, lo que hace que Dumbo sea notable. Al inyectar un poco de subversión en la película, se recupera algo de ese espíritu extraño. Burton siempre ha estado haciendo películas sobre extraños que se burlan de ser diferentes, esta vez, eso es un elefante. Pero esto se vuelve mucho más difícil de hacer cuando te conviertes en el conocedor. Con Dumbo, está avanzando lentamente, muy lentamente, de vuelta fuera de la tienda.
Calificación
100 - 75%
75%
En resumen, una película sin sorpresas pero disfrutable por todos los públicos: muy buenos efectos especiales (excepto en la cara de uno de los animales, que no diré para no influenciar), actuaciones correctas y una historia fácil de seguir, sin complicaciones. No tendremos sorpresas pero si vamos a ver Dumbo (o cualquier otra adaptación de este tipo) ya sabemos lo que nos vamos a encontrar.