El esperado regreso de Natasha Romanoff está muy cerca: el próximo viernes 9 de julio estrena BLACK WIDOW, la nueva película de Marvel Studios que se podrá ver en salas de cine disponibles y en Disney+ a través de Premier Access con un pago único y adicional. En la nueva producción, un thriller de espías lleno de acción, Romanoff -también conocida como Black Widow- se enfrenta a lo más oscuro de sus cuentas pendientes, al lidiar con una peligrosa conspiración que tiene lazos con su pasado. La película, que tendrá un preestreno el 8 de julio en salas de cine disponibles, marca el regreso de Scarlett Johansson al papel de Black Widow. A su vez, con el film, hacen su ingreso al Universo Cinematográfico de Marvel las actrices Florence Pugh (Yelena) y Rachel Weisz (Melina), y el actor David Harbour (Alexei).
Los vínculos familiares según Florence Pugh
En el centro de la historia de BLACK WIDOW está el entramado de vínculos familiares que hicieron de Natasha la mujer que es hoy, con Yelena como figura fraterna y Melina y Alexei como figuras materna y paterna, respectivamente. “Esta película es sobre nuestra familia, de dónde vinimos, de lo dañados que estamos y cómo podemos repararlo”, contó recientemente Florence Pugh, y completó con humor: “Somos una loca familia rusa, alienada y ruidosa”. A su vez, la actriz describió la relación entre Natasha y Yelena como “confusa, grosera y emotiva”, pero aseguró que el vínculo que las une es “muy fuerte y especial”, y que es lo que impulsa fundamentalmente el alma de la película.
La historia, además, echa luz sobre lo que sucede en la Habitación Roja durante el entrenamiento de las Widows, revelando el despiadado sistema del que forman parte esas mujeres, las condiciones que tienen que soportar y qué se puede hacer para liberarlas. “Todas las Widows estuvieron de alguna manera atrapadas, y esta película muestra la vida que les arrebataron, y cómo Natasha y Yelena comienzan a repararse”, concluyó Pugh.