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Descubre las películas de Jean-Louis en la Cineteca Nacional

La fiera y la fiesta

Jean-Louis George en La fiera y la fiesta

La fiera y la fiesta rinde homenaje al director dominicano J.L. Jorge

La séptima película del aclamado dúo de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas reúne a toda
una generación del cine para revivir la magia del casi olvidado cine del director dominicano Jean- Louis Jorge. El equipo creativo de La fiera y la fiesta nos cuenta un poco sobre la fascinante vida de Jean-Louis, la importancia de su cine, y la experiencia que fue para ellos investigar su legado y crear este alucinante tributo.

¿Quién fue Jean-Louis Jorge?

Nacido en República Dominicana en 1947, Jean- Louis Jorge es mejor conocido al interior de su país natal como un productor de televisión y otros espectáculos que en el año 2000 murió en
circunstancias todavía no esclarecidas. Sin embargo, Jean-Louis también tuvo una importante
carrera cinematográfica en el extranjero que lo puso en contacto con los movimientos artísticos
más activos de París en la década de 1970. Tras viajar a Los Ángeles para volverse ingeniero en
UCLA, Jean-Louis se enamoró del cine y cambió en secreto de carrera, produciendo su primer
largometraje La serpiente de la luna de los piratas con el presupuesto de un corto.

Su primera película lo colocó en el ojo del público internacional, y a los pocos años Jean-Louis estaba en París codeándose con los íconos artísticos que frecuentaban Le Palace, un club nocturno conocido como «El Studio 54 de París». Trabajando algún tiempo como cadenero y gogo dancer, Jean-Louis logró financiar su segunda película, Melodrama, una historia de amor y locura inspirada en los romances de Rodolfo Valentino y Pola Negri. En la década de 1980, Jean-Louis Jorge regresó a República Dominicana, donde se dedicó a dirigir espectáculos de teatro y televisión. Hacia finales de la década de los 90, dirigió su primer y único proyecto dominicano, Cuando un amor se va.

Jean-Louis Jorge fue en muchos sentidos un hombre adelantado a su tiempo: en su ámbito personal, vivió abiertamente su homosexualidad en una época llena de estigmas contra la comunidad LGBT; como personalidad de los espectáculos nacionales, puso a República Dominicana en contacto con la efervescencia de la cultura internacional; y como cineasta, realizó filmes llenos de fantasía y experimentación, que celebraban sin tapujos la vida nocturna con sus elencos inusuales para las conservadoras convenciones fílmicas del momento.

LUIS OSPINA Y JEAN-LOUIS JORGE

Reconocido director, guionista y productor de cine colombiano parte del movimiento de Caliwood, quien a lo largo de su carrera dirigió alrededor de 34 producciones. Fue codirector del Cine Club de Cali (1972-77), profesor de cine en la Universal del Valle  (1979-80), director de la Cinemateca del Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali (1986). Critico de cine y cronistas para varias publicaciones especializadas, algunas de las cuales fue cofundador como Ojo al Cine, kinetoscopio, El pueblo, Cinemateca y muchas otras. Su trabajo fue premiado en festivales internacionales como los de la Habana, Sitges, Miami, Lima, Caracas y Toulouse. La fiera y la fiesta fue el último proyecto cinematográfico en que participó esta amada figura antes de sucumbir en la batalla contra el cáncer en septiembre de 2019.

LAURA AMELIA GUZMÁN E ISRAEL CÁRDENAS

La fiera y la fiesta gira en torno a los accidentados intentos de sus personajes por hacer una obra
cinematográfica ¿Había una intención de desmitificar el cine al mostrar así el proceso de creación de una película?

LAURA: Es más bien un homenaje al cine y el nacimiento del cine dominicano, también muy accidentado. Es muy reciente, muy corta, la historia del cine dominicano. Solo a partir de 2010 empezamos a tener una ley de cine y ha habido un boom importante, y se están haciendo de 25 a 30 preoducciones al año, cuando antes de eso en los 80 y 90 solo se hacían una o dos

ISRAEL: Cada quien sabe cuantos años…

LAURA: Si, a veces pasaban años en que no sucedían películas. Y era la época en que JLJ regresó de vivir en el exterior, de vivir fuera, donde filmó sus películas. Y regresó con muchísimos guiones, con ganas de estar en su país, en su tierra, y explotar esta riqueza. Y fue sumamente difícil, por ende se dedicó a la televisión, al espectáculo. Entonces sí hubieron en esa época personas que intentaron hacer cine, que regresaron de estudiar fuera, que tenían proyectos, sueños, pero fue muy accidentado todo ese proceso para ellos. Entonces yo soy descendiente de esa generación. Mis padres, tíos, familia extendida, fueron parte de eso. Así que es un homenaje a ellos.

Jean-Louis Jorge fue tío tuyo, por favor cuéntanos un poco más sobre el lado personal de La Fiera y la Fiesta, ¿cómo fue construir este homenaje a Jean-Louis? ¿cambió tu imagen de él como persona o como artista mientras hacías la película?

LAURA: Jean-Louis nació en el año 1947 en Santiago de los Caballeros, un pueblo que es la segunda ciudad de la República Dominicana, y se fue a estudiar ingeniería naval a los Estados Unidos. Allá iba a un cineclub y descubrió que su pasión era el cine, y se cambió a la carrera de cine. Al su madre ser francesa, quiso ir a conocer Francia y trabajar allá. Su primera película, que filmó en Los Ángeles, fue bien acogida en Francia. Fue distribuida allá y eso le abrió puertas para llegar y plantearse la posibilidad de hacer un segundo largo, Melodrama, que se estrenó en la semana de la crítica en el festival de Cannes en el año 1976.

Jean-Louis regresa en el año 1980 a Santo Domingo, como dije con la intención de hacer películas aquí, y no se va a Santiago de los Caballeros, sino que se queda en Santo Domingo donde había gente que, como él, estaba interesada en el cine. Ahí fue que conoció a mis padres. Él no tenía casa en ese momento, y mis padres tenían una casa muy grande, entonces el fue a vivir con nosotros. Yo tenía apenas un par de meses y el fue mi nanny es esa época, y luego fue el tío malo que siempre me mortificaba, pero siempre con mucho humor. Lo conocí como la persona de espectáculos, el tío que trabajaba incluso los 24 de diciembre, que siempre estaba en la isla de edición, en el mundo de la televisión. Don Jean: el Don Jean que todos respetaban. Había cierta admiración por él, pero yo sabía que había algo de él que no estaba completo. Había, no sé si frustración porque no lo hacía sentir así, pero no había hecho cine, y él estaba programado para eso. Era lo que amaba. Amaba el cine clásico y se juntaba con mis padres los fines de semana a ver películas clásicas, y en ese entorno crecí.

Luego cuando yo estaba estudiando bellas artes en el año 2000, recién entrando a la Universidad, sucedió lo de su muerte inesperada. Por mucho tiempo su figura quedó empañada por lo trágico de esta muerte. Todo el mundo que hablaba de JLJ hablaba más bien de ese evento, de lo feo que fue. Y yo sentía que eso no era él, ¿Por qué no hablábamos de lo bello qué era, lo carismático, lo creativo, lo genio? ¿por qué siempre esa nube alrededor de él? Me puse a investigar y me di cuenta que nadie había visto esas películas que él había hecho fuera. Uno de sus amigos cercanos alguna vez había visto una copia de 35mm, me comentaba que Jean-Louis
tenía copias en 35mm de sus películas en su clóset, pero que se presentaron una vez aquí en el año 80, justo antes de que yo naciera, y luego más nunca. Me dio muchísima curiosidad.

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