¿El celular será el camino para democratizar el cine?
El celular como camino para democratizar el cine documental
- Retratar la realidad de forma profesional será cada vez más fácil gracias a los avances tecnológicos de los teléfonos inteligentes
- Cómo aprovechar al máximo un smartphone para contar una historia audiovisual fue uno de los temas que se trataron en SmartFilms 2019, que celebra su segunda edición en la Ciudad de México
Que un joven de la Sierra Tarahumara pueda contar una parte de su realidad con su celular es uno de los beneficios que podría traer la democratización del cine, la cual sólo podrá lograrse si directores, productoras, distribuidoras y exhibidores entienden que el camino a seguir se encuentra en la revolución digital y en creer que sí se pueden hacer documentales de calidad con un smartphone, aseguró Inti Cordera, director de DocsDF, durante la segunda edición de SmartFilms 2019, festival que busca fortalecer las nuevas narrativas digitales de la industria audiovisual.
“Los beneficios culturales y económicos son muchos, en primer lugar, porque la inversión requerida para producir contenidos ya está más al alcance de la mano. Antes se requerían enormes presupuestos para hacer una película, ahora basta con tener un buen celular, un tripie, un micrófono y una lente”, comenta Cordera, quien desde hace 14 años se dedica a dar difusión al cine documental, el cual ha registrado un crecimiento en los últimos años.
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2018 elaborado por el IMCINE, de las 186 películas que se produjeron en el país el año pasado, 79 fueron documentales. Esta alza, dice Cordera, se debe en buena medida a que los jóvenes tienen cada vez más acceso a las herramientas tecnológicas para contar una historia audiovisual.
“Debemos trabajar mucho para garantizar que nuestros jóvenes talentos de Iberoamericana tengan acceso a los medios audiovisuales para contar una historia. El objetivo es que tengan las herramientas para retratar su realidad y compartirla con el público. Sin duda alguna, el smartphone llegó a sumar a la oferta de herramientas que han contribuido a la democratización audiovisual”, afirmó Cordera durante la charla Ventajas de los dispositivos móviles en el cine documental.
Estas transformaciones que refiere el director de DocsDF se han traducido a los números. El IMCINE contabiliza que, de los 79 documentales que se produjeron en 2018, el 71 por ciento fueron óperas primas. Esto quiere decir que cada vez más personas se animan a adentrarse en la industria del cine documental.
“Nuestros celulares cada día están más equipados para hacer cine si se utilizan con el rigor necesario que debe tener cualquier realizador. Las ópticas y el sonido son cada vez mejores y las capacidades de almacenamiento son mayores”, comenta, aunque sabe que el hecho de tener un teléfono inteligente en la mano no significa que se pueda grabar lo que sea. “Hay que cuidar los recursos de imagen, la fotografía, el sonido y, sobre todo, la historia”.
Sin embargo, de poco sirven la iniciativa y las transformaciones tecnológicas si no se combate el mismo problema que ha afectado al cine mexicano desde hace años: la falta de exhibición. “Ok, hacemos una película desde el celular, ¿pero dónde la vamos a pasar? Si nadie la ve, ¿de qué nos sirve? Recordemos que no hay peor película que la que no se ve. Los cineastas y todos a los que nos concierne esta industria debemos comprometernos a que nuestra película tenga un millón de views en YouTube”, dice.
Indica el informe del IMCINE: “Los documentales producidos como segundas obras o más disminuyen considerablemente en la filmografía de los realizadores, debido, entre otros factores, a su escasa promoción comercial. Lo anterior se ve reflejado en que, de 2010 a la fecha, no hay ningún documental entre las 10 películas más taquilleras en salas comerciales”.
Es por ello que, dice Cordera, se debe terminar con el temor de contar historias audiovisuales con nuevos dispositivos. Sólo así, sugiere, el cine documental alcanzará una mayor difusión y una comercialización más eficaz. “El fin justifica los medios. Lo que importa en el cine son dos cosas: la historia y el público. Sí, debemos llegar a nuestras audiencias pero siempre siendo rigurosos y profesionales con nuestro trabajo, desde los proceso de storytelling hasta la producción. No importa si se hace en celuloide, en digital o en códigos binarios, lo que importa es entender que somos una sociedad que vive rodeada de pantallas e inmersa en infinidad de historias. Aprovechemos eso”.