El guión y el espectador
El guión y su complicidad con el espectador
- Al escribir guiones se debe seducir al espectador, tienes que entretenerlo a toda costa y no se te permite aburrirlo bajo ninguna circunstancia
- Los celulares están permitiendo que el rodaje en las producciones sea más ágil y rápido; son un apéndice del humano
Durante el marco de la segunda edición del Festival de cine hecho con celulares ‘SmartFilms’, el guionista y reconocido periodista español, Javier Gómez Santander, parte fundamental en el desarrollo de la serie de Netflix ‘La casa de papel’, brindó una conferencia magistral titulada “Guion: El método de la genialidad”, en la que compartió con el público asistente los diversos puntos que lo han ayudado durante el proceso y evolución en su carrera como guionista.
“Me dedico a escribir guiones y esto es muy difícil de explicar, el guion es complejo, no hay manuales para ello. Pensar eso me hizo sentir bien, porque en un guion no tiene que haber instrucciones, yo no puedo explicarte cómo hacer una historia que tengas en mente, es que no hay manual, sin embargo, si hay algo que te puedo contar. Hasta hace apenas unos 3 años comencé con esto, nunca había visto un guion y Álex Pina me enseñó todo lo necesario para entrar a trabajar a ‘La casa de papel’”, platicó en una primera instancia Javier.
Sobre la importancia de mantener al espectador pegado a la pantalla a todo momento, esto platicó: “Para mí, cualquier cosa que tenga que ver con contar algo está relacionado, y para detallar esto hay un verbo fundamental: ‘escribir es seducir’, hacer guion es seducir, hacer periodismo es seducir. La televisión tiene una cosa maravillosa, tiene audiómetros, el espectador es un sujeto que está esperando a irse a otro canal y tu tienes que hacer que se quede contigo, que logres atraerlo para que no se vaya y lo que haces es seducir. En la literatura ocurre lo mismo, el escritor lo que tiene que hacer es lograr que tú no puedas soltar el libro. Nosotros ofrecemos entretenimiento y tenemos que dar sensaciones nuevas, aprender también de otros seres humanos. Aquí es fundamentales el ritmo, tu no tienes derecho a aburrir a nadie, entramos a la casa del espectador en un momento fabuloso e íntimo, ellos dejan de lado su vida para darte ese tiempo a ti, para que les entretengas y se da un compromiso muy grande con el escritor. La forma de ser agradecido con esto es que ellos sientan que ese rato ha sido para ellos y ha valido la pena”, afirmó.
“Yo llegué a la sala de guion de ‘La casa de papel’ como un nuevo en el asunto y todo comienza a ser un bombardeo, todos lanzando ideas y pensamientos al aire y yo me cuestionaba sobre cómo lo hacían, cómo se entendían, ahí descubrí que había una palabra que comunicaba al periodismo y a la carrera de guionista, ‘la inclemencia’, porque el espectador es inclemente, no tiene escrúpulos, no se siente mal con nada, te apaga la tele y punto, si él tiene esa inclemencia, tu tienes que tenerla. Lo primero que tienes que hacer es que tus compañeros te escuchen, que tu primera frase sea poderosa y que marque impacto, esa primera idea tiene que ver también con el periodismo, ‘un buen titular’, si tu idea no tiene un buen titular, no es una buena idea. Debes ganarte a la sala de guion. La ideas van por supervivencia, tiene que ser muy buena para quedarse en la última versión. El 80% del tiempo hablamos en la sala y hacemos la escaleta del capítulo, estructurando todo lo relacionado a ella, tenemos que saber qué vamos a contar y un error grande es tener conformismo, pues a la escalera tenemos que darle golpes todo el día”, aseveró.
Continuando con los puntos importantes para desarrollar el trabajo de guionista, agregó: “Tienes que ser inclemente con tu ocio, con tus despistes, con tu gimnasio, con tu vida en general y es que hay un momento fundamental en el que sabemos que alguien está conectado con su serie, ‘la obsesión’, es fundamental vivir con la serie, pensarla a todo momento. Otra inclemencia es que se debe también saber mezclarlo con la salud mental y darle descansos, la cabeza del guionista debe estar descansada, el cerebro debes conocerlo a detalle y entender que cuando está cansado está más destructor. El cansancio no es un buen compañero para el guion. Al guion hay que meterle la vida por los cuatro costados, porque vives y escribes de lo que te está sucediendo”.
Cortar, cambiar, mutilar, reescribir y transformar un guion es de suma importancia para llegar a la versión final, en todo momento se debe estar golpeando y machacando lo escrito, así lo explicó: “Una tercera inclemencia es la escritura, con lo que escarbes y plasmes tienes que ser demoledor. Todo lo que puedas quitar que esté de más, quitarlo, porque es caro grabar y si el guion no está podado a conciencia y detalle, vas a perder dinero. Tienes que ser inclemente con la fuerza para pasar por encima de las secuencias. Una opción para esto es que estés en casa haciendo el guion y aquí en especial te recomiendo que consigas a un amigo de confianza al que le puedan mandar tus escritos y que lo lea, o amigos, que te den feedback para corregir lo innecesario, tu tienes que estar loco por tener repuestas sobre tu guion. A cualquier texto debes golpearlo hasta dejarlo listo. Algo importante es mezclar los géneros, eso siempre es lo mejor, combinar el drama con la comedia o cosas tiernas. Otra cosa fundamental en la argumentación es preguntar, preguntar sobre realidades, la realidad da cosas fabulosas”.
Además, recalcó la importancia de dejar de lado el ego que habita en nosotros, como guionistas no se está permitido dar prioridad a este apartado: “La cuarta inclemencia es contra tu ego, la estructura clásica de la narración va con el clásico ‘Yo’. Existen toneladas de ‘Yo’ por todas partes y la clave es aprender a suprimir ese ‘Yo’. Es vital caminar hacia adentro, en donde todos nos parecemos, donde todos somos iguales, esas son las cosas que nos emocionan. El ‘Yo’ está rodeado de ego y tienes que atravesar todo eso, desprenderte. Se busca la desnudez, escarbar en lo que no contarías sobre un personaje o sobre ti. Una ficción tiene que ser lo suficientemente honesta para que cause impresión. La quinta inclemencia tiene que ver con el proceso de documentar, juntar todo y llevarlo a la lectura de guion, estar preparado para reinventarlo y al final es una cadena de errores, en la sala se pueden llegar a tumbar incluso las versiones finales, el guion se debe maltratar, se debe pasar por varias manos y mentes frescas, lo importante es trabajarlo hasta que se consiga el guion final. El trabajo bajo presión es bueno, te da metas”, comentó, aclarando que la presión le permite al guionista trabajar concentrado, incluso a veces es mejor tener plazos más cortos porque te permite tener ideas más estructuradas o más concisas.
“Por último, es importante tomar en cuenta a la figura del productor ejecutivo (que sea escritor es fundamental), al final como escritores somos los únicos que tenemos una visión clara de principio a fin sobre la serie. Durante el rodaje, proceso en el que ya no estamos tanto, es recomendable tener contacto con los actores, ellos tienen criterio y trabajan las emociones, el trabajo en equipo es siempre mejor. La inclemencia también está en el montaje, cambiarlo en caso de necesitarlo, no tener miedo a señalar o cortar. En el guion se debe pensar muy bien lo que se va a rodar, porque todo lo que ocurre antes de que se empiece a grabar se puede cambiar”, dijo Javier.
Sobre la temática del festival SmartFilms y ante la posibilidad de grabar una serie en este nuevo e innovador formato, el guionista reveló: “Hay una cosa que me encanta del celular y de eso me di cuenta siendo periodista, porque iba a los sitios a conseguir las historias y usabas tu papel y pluma, cuando era periodista de radio sacaba la grabadora y conseguía la historia y cuando fui parte de televisión, se perdía la historia por todo lo que involucraba el montar las luces o la cámara y el ángulo, ahí me di cuenta que el celular es una herramienta poderosa. Es un apéndice de nosotros, es extraño no tenerlo y hay algo en esa naturaleza que me da la sensación para bien, de que el equipo de rodaje no sea tan grande, mientras todo sea más ágil es mejor, y los celulares nos permiten eso. Estoy abierto a realizar una serie en México y grabar con celulares, ¿por qué no?”, finalizó Javier.