- Una oda a la monocromía donde prácticamente no hay un resquicio para otra tonalidad.
- El rojo es un color que expresa calidez, amor, alegría y aumenta el apetito, lo que en la cocina resulta algo muy eficaz.
Cocina moderna Helvex | En una declaración de intenciones, la cocina moderna se viste de rojo carmesí. No por completo, para evitar saturar al ojo educado, pero sí mediante acentos puntuales que la dotan de una personalidad extrovertida. Una oda a la monocromía donde prácticamente no hay espacio para otra tonalidad. Y es que el rojo es tan poderoso que, allá donde lo uses, lo llena todo.
Aunque es cierto que no constituye uno de los colores más complicados de combinar, usarlo requiere cierta dosis de orgullo y seguridad incompatible con la timidez, sobre todo si quieren crearse ambientes igual de carismáticos. Sin embargo, no debe confundirse con soberbia, ya que parte de su poder reside en una habilidad para adaptarse a distintas tendencias estéticas.
El secreto para no errar en la decoración de uno de los espacios donde sucede magia culinaria, radica en valerse de los neutros como base –funciona de maravilla con el color blanco, y las tonalidades en gris y arena intensos– y utilizar el rojo en piezas contundentes. Por ejemplo, el mobiliario, electrodomésticos y la grifería, en este caso te recomendamos elegir una de las Llaves para cocina Helvex, sus acabados en cromo le darán un brillo muy especial a la decoración de tu cocina. Emplear un elemento focal–digamos, un cuadro con tu obra de arte en gran formato–que ostente esta gama ayuda a generar cohesión visual.
Asimismo, toma nota de que las versiones más oscuras del color rojo, como el granate, le aporta dramatismo a la ecuación; mientras que aquellas tonalidades cercanas al color naranja resultan más alegres.
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