Historias reales y visibilidad: madres trabajadoras sexuales forjan hijos profesionistas
Uno de los grandes estigmas que viven las trabajadoras sexuales independientes, es sobre el papel que tienen como madres, ya que la sociedad en general cree que su vida está vacía y que su mundo es uno de perdición, donde las drogas, la delincuencia y el alcoholismo son los únicos presentes. Sin embargo, el trabajo sexual es uno que les permite a sus hijas e hijos salir adelante; dándoles la oportunidad incluso de estudiar alguna profesión.
Este 2 de junio que se conmemora el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, Tejiendo Pueblos busca visibilizar esta temática con la finalidad de humanizar la vida de las trabajadoras sexuales y promover una menor discriminación y violencia hacia ellas, así como mayores derechos para este sector de la población. Estudios señalan (Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer) que alrededor del 75% de las trabajadoras sexuales en México son madres solteras; siendo el principal sostén de sus familias. Los siguientes cuatro testimonios dan muestra del papel que ejercen como proveedoras para sus hogares, y como impulsan el que sus hijos no pasen por las mismas circunstancias que ellas:
“Este trabajo me dejó la satisfacción de darles a mis 3 hijos una carrera; una es médico, el otro es abogado, y la otra es chef. De la pandemia para acá, mi mayor preocupación es sacar para comer para mí, porque yo no vivo del trabajo de mis hijos; yo vivo de este empleo”.
– Vanesa, trabajadora sexual cisgénero.
“…Yo caí en el trabajo sexual por una necesidad fuerte; soy secretaría, me titulé en mi país, y llegando a México me dijeron que mi diploma no servía, por lo que tuve que entrar a este trabajo para poder salir adelante con mis hijas. La situación no es tan fácil y tampoco es tan difícil, pero el trabajo nos da para sobrevivir. Somos humanas, tenemos sangre, sentimientos, un corazón igual que todas las mujeres de casa, igual que todas las profesionistas, igual que todos”.
– Jahayra, mujer salvadoreña, abuela y trabajadora sexual.
“Para mí el trabajo sexual es uno muy importante porque de aquí he sacado a mis hijos adelante, les he dado una carrera; tengo dos titulados y seguiré echándole ganas para que salgan los demás. Es algo difícil porque con la lluvia estamos aquí paradas, pero al final es un trabajo y tenemos que echarle ganas porque soy madre soltera como muchas lo son. Aquí nada más venimos 3 o 4 horas porque no tenemos con quien dejar a nuestros hijos, entonces es poco tiempo, pero es un trabajo para nosotras.”
– Paola, trabajadora sexual cisgénero.
“Gracias a mi trabajo he podido sacar a mi hijo adelante con sus estudios y hoy es un profesionista. Yo tomo el trabajo sexual como un trabajo, un negocio que tiene sus altas y sus bajas pero es un trabajo remunerado si lo sabe uno hacer bien. Gracias a este ahora estoy juntando para poner un pequeño patrimonio para mi hijo, un local, una tienda. No estoy diciendo que todos se dediquen al trabajo sexual, pero para mí si ha sido una fuente de ingresos.”
– Alejandra, trabajadora sexual cisgénero.
Es importante seguir apoyando a grupos como el de Tejiendo Pueblos para que más personas hagan consciencia sobre el trabajo sexual independiente. Puedes conocer más sobre las acciones que realizan siguiéndolos en sus redes sociales: Facebook o Instagram @TejiendoPueblos.